La Justicia pidió a Educación y al Banco Provincia datos claves para esclarecer la estafa con nafta oficial

 

La justicia penal platense ordenó a la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) bonaerense que entregue en un plazo perentorio toda la documentación vinculada con el manejo y control de las tarjetas de débito que se usan para cargar nafta en los autos oficiales.

Algunos funcionarios hablaron de inspección ocular y no faltó quien aludiera a la diligencia como un “allanamiento”, versiones que las fuentes judiciales negaron de manera terminante.

“Se  trata  de  una  orden  de  presentación  por  la  cual  se  le  requiere  al  organismo  que  en  24  horas remita a la fiscalía a cargo de la causa determinada información vinculada con el manejo de esos fondos”, explicaron fuentes de tribunales.

Recordemos que días atrás la cartera educativa resolvió suspender en forma preventiva a dos funcionarios ligados con el área que ahora está bajo la lupa.

El escándalo tuvo como disparador un incidente tan fortuito como un operativo de interceptación vehicular en ruta 36 y 44 y la captura de un playero de una estación de servicio de La Plata que circulaba en una camioneta de alta gama, con una buena suma en efectivo y 15 tarjetas de débito de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense.

Para sumar más dudas a la historia, horas más tarde un compañero del detenido se mató de un disparo en la cabeza en un baño de la Axion de 44 y 31.

El fiscal a cargo de la causa, Juan Cruz Condomí Alcorta, le pidió a Educación y al Banco Provincia una serie de informes, a partir de los cuales se habría detectado la posible comisión de delitos en la dirección de Servicios Generales y en la subdirección de Transporte Terrestre del área educativa provincial.

Entonces se supo que autoridades de la cartera ya habían advertido, a mediados del año pasado, algunas irregularidades con las tarjetas de combustible, lo que derivó en la suspensión preventiva de cuatro choferes. Días atrás corrieron la misma suerte el director de Servicios Generales, Néstor Osvaldo Casado (suspendido por 60 días en el cargo) y el subdirector de Transporte Terrestre Horacio Mankowski (con suspensión relativa por el mismo tiempo, aunque sigue trabajando sin firma).

Fuentes judiciales aclararon que las autoridades de la cartera educativa “están colaborando mucho con la investigación”, por lo que estiman que en 24 horas se sumará más documentación clave para incorporar en la causa.

El  fiscal  ya  dispone  de  informes  que  echaron  luz  sobre  los  montos  que  eran  gastados  con  esas tarjetas  en  combustible:  25  mil  pesos  mensuales  cada  una.  Si,  tal  como  se  cree,  la  maniobra  se remonta a varios años atrás y no se limitaría, justamente, a esas tarjetas secuestradas, la estafa se vislumbra como millonaria.

El   playero   que   fue   descubierto   con   esos   plásticos,   Walter   Cejas   (29),   quedó   detenido   por “defraudación  de  caudales  públicos”.  En  su  primer  contacto  con  la  policía  el  muchacho  intentó justificarse argumentando que a las tarjetas “se las dieron” y que hacía “eso” para “los de arriba”, pero esos dichos no tienen validez legal porque se negó a declarar en su indagatoria ante el fiscal.

Además de allanar la casa de Cejas, Condomí Alcorta registró la estación de servicio y pidió analizar el material de las cámaras de seguridad, recibos y el posnet. Las tarjetas Bapro Copres que tenía el joven al momento de la captura son las que utilizan todas las reparticiones públicas de la Provincia para cargar combustible en sus vehículos oficiales.

Solamente la cartera educativa tiene alrededor de 600 autos que demandan, para mantenerlos en movimiento, un flujo de dinero tan importante como difícil de controlar.