La Plata, ciudad liberada: La Loma, otra área azotada por la delincuencia

 

Mientras el jubilado baleado durante la noche del miércoles en un sector del barrio de La Loma se recupera favorablemente de las heridas, se supo que los mismos motochorros que lo atacaron para quitarle dinero en efectivo y su celular habían cometido minutos antes otro ilícito, que tuvo como víctima a un ciclista. Otra coincidencia que tuvieron los graves episodios de inseguridad es que ambos quedaron registrados en cámaras de seguridad, de acuerdo a lo aportado ayer por fuentes policiales abocadas a la investigación.

Pedro (63) acababa de retirar efectivo del cajero de un banco ubicado en la avenida 44. Al llegar a 30 entre 42 y 43, fue sorprendido a las 22.30 por cuatro ladrones, a bordo de dos ciclomotores. “Es posible que lo hayan seguido desde la entidad bancaria y, cuando vieron la oportunidad justa, lo atacaron”, le confió a Trama Urbana un vocero.

El damnificado se resistió y fue entonces cuando uno de los hampones le descerrajó tres tiros, impactando uno en su pierna derecha, para después quitarle los $10.000 que llevaba, el teléfono y escapar con sus cómplices. El hombre empezó a pedir ayuda a los gritos y poco después un vecino lo trasladó en su camioneta hasta el hospital Italiano. Allí se comprobó que había sufrido una lesión con orificio de entrada y de salida que, por fortuna, no puso en riesgo su vida.

Robo exprés

Claro que, de acuerdo a lo que se supo luego, ese atraco no fue el primero que cometió la banda delictiva. A las 22.01 (media hora antes) abordaron a un joven que circulaba también por La Loma en una bicicleta. Lo apuntaron con armas de fuego, lo amenazaron y lo obligaron a que entregara todas sus pertenencias. A diferencia de Pedro, él no opuso resistencia, levantó los brazos en un claro gesto de obedecer las órdenes que le daban. Así, los malvivientes le sacaron una mochila y un teléfono personal.

El incidente, que duró menos de diez segundos, fue registrado por una cámara de seguridad, por lo que no hay duda alguna acerca de que actuaron los mismos cacos. “Son malandras peligrosos, que andan armados con una nueve milímetros, circulan en dos motos y no tienen problema en disparar”, dijo un investigador.

Sin embargo, pese a los aportes fílmicos y a los testimonios de los vecinos del lugar, no logran dar con ellos. Ahora se analiza si, además de estos dos, protagonizaron otros ilícitos.
Por lo pronto se abrieron dos causas penales por los delitos de “robo doblemente calificado por haber sido cometido en poblado y en banda y por el empleo de arma de fuego y lesiones” y “robo doblemente calificado”.