Se suspendió el partido de Gimnasia y Boca por incidentes: balas de goma, heridos y corridas en el bosque de La Plata
En la previa de uno de los duelos más destacados de la fecha de la Liga Profesional, donde Gimnasia y Boca, dos de los animadores del certamen, se enfrentaban por la fecha 23 en un partido clave por el título en el Estadio Juan Carmelo Zerillo, que rápidamente se colmó de gente, se cerraron las puertas y los hinchas y socios del Lobo que se quedaron afuera se enfrentaron con la policía en los distintos accesos del Bosque.
Hubo corridas, piedrazos, balas de goma y gases lacrimógenos que terminaron con la suspensión del partido. Aseguran que se escucharon más de 150 disparos de bala de goma. Si bien los hechos ocurrieron fuera del estadio, los gases lacrimógenos llegaron a inundar el campo de juego y los hinchas del Lobo que estaban en las tribunas más cercanas comenzaron a descompensarse.
Fue tan crítica la situación que vivieron los hinchas que tuvieron que pedir, a los gritos, que «abran las puertas del Estadio». El partido se paró a los nueve minutos y el campo de juego fue inundado por la gente que estaba presenciado, lo que tendría que haber sido una fiesta. A los minutos se conoció la suspensión por «falta de garantías».
Dada la trascendencia del encuentro, las tribunas del estadio se colmaron rápidamente y se alcanzó el límite de capacidad poco menos de media hora antes del pitido inicial, se cerraron todos los accesos. Según trascendidos, hubo sobreventa de entradas.
Al mismo tiempo se extendió el rumor de un exceso en el accionar policíal, quienes al enfretarse con los hinchas lanzaron una cantidad injustificada de gases lacrimógino. Los jugadores, el cuerpo técnico y la terna arbitral tuvo que correr a los vestuarios, mientras que los hinchas evacuaron saliendo por el campo de juego hacia las calles aledañas como puede aprecirse en las fotos.
Un hincha de gimnasia, que se encontraba presente, se comunicó con este medio y así relató esos minutos de tensión: «No saben lo que fue eso, nenes llorando, gente perdida, viejitos; una locura total». Y añadió: «El operativo policial un desastre y la venta general que hubo deja mucho que decir de la dirigencia».