Un director y una alumno de 18 años están complicados por las amenazas de bomba

 

La broma pesada que trastornó casi todo el año el funcionamiento escolar derivó en una severa complicación penal. El director del Normal 1 de La Plata fue notificado del inicio de una investigación judicial por presunto «mal desempeño en sus deberes» y un alumno de ese colegio, de 18 años, hace tres días que está detenido en una comisaría, imputado por «intimidación pública reiterada».

Las decisiones judiciales pusieron punto final -por lo menos por ahora- a una interminable seguidilla de 80 amenazas de bomba en el edificio escolar de 14 y 53, uno de los más tradicionales establecimientos educativos de la capital provincial. El directivo, además, está temporariamente fuera de su cargo: según confirmaron fuentes de la Dirección General de Escuelas, Jorge Domanico -a cargo del nivel secundario- pidió una licencia por 30 días.

Los llamados intimidatorios se extendieron en el sistema educativo de La Plata a partir de mayo de este año. Hubo momentos con registros altísimos: por ejemplo, en la primera quincena de agosto se contaron 118 amenazas, de acuerdo con datos de los Bomberos de la Policía Bonaerense. Los lugares más afectados: la capital provincial y Berisso.

Los episodios pusieron en alerta a las autoridades provinciales. Se realizaron procedimientos policiales, allanamientos y secuestro de celulares. Y la Procuración de la Corte dispuso que una fiscalía de La Plata, la que está a cargo de Juan Cruz Condomí Alcorta, concentrara todas las denuncias.

Es que ante cada llamada, había que evacuar los centros educativos y se perdían horas de clases.

Esta semana hubo un giro clave: Condomí Alcorta ordenó la detención de un joven que cursa el último año del Normal 1, en su vivienda de La Granja. Se pudo constatar que sería el responsable de por lo menos 30 avisos de presuntas bombas.Está alojado en una celda desde entonces involucrado por «intimidación pública» que contempla de 2 a 6 años de condena.

Antes, el fiscal había notificado a Domanico que había una causa que lo tenía como sospechoso. ¿Cuál es la presunción de la Justicia?. Que el director no había aceptado las sugerencias judiciales y policiales de analizar los llamados de amenazas antes de disponer las evacuaciones. «Cada vez que desalojan la escuela, se movilizan casi 1000 menores, entre ellos nenes de 3 años, que deben cruzar la calle e instalarse en la plaza Moreno», explicaron fuentes judiciales a Clarín. «Esto resulta un riesgo mayor al que se pretende custodiar».

Es que hace dos meses, la Policía Bonaerense ofreció a los directivos realizar un operativo «blindaje» en el Normal 1. Consiste en instalar custodias en todos los ingresos desde las 6 AM y si se registraban llamadas, analizar el contenido (la grabaciónòn) y luego entrar a las aulas para hacer una revisión rápida. De esta manera se evitaban las evacuaciones.

Domanico siempre se habría negado. Argumentó que el «protocolo de actuación» redactado por los directivos del establecimiento no lo permitían.

Sin embargo, estos procedimientos permitieron -por ejemplo- terminar con los incidentes en Berisso. Allí también hubo por lo menos 21 allanamientos a domicilios de alumnos a quienes les comprobaron intervención en las comunicaciones.

Al adolescente de 18 años, detenido el miércoles por la noche le secuestraron un teléfono celular y se lo llevaron esposado de su casa.En su declaración ante el fiscal aseguró que no realizó las llamadas y dijo que le prestaba su teléfono celular a varios compañeros. Esta tarde, Condomí Alcorta ordenó más procedimientos y se identificaron otros dos menores del Normal 1. Cuando se trata de menores, no hay imputación.

La intervención judicial y policial casi eliminó los episodios. Sobre el final del ciclo lectivo esta semana no hubo amenazas en el Normal 1.