El médico que operó al turista sueco es el mismo que le salvó la vida al estadounidense del caso Chocobar
El médico Yamil Ponce volvió a protagonizar una intervención de urgencia a un turista víctima de la inseguridad. Un año después de haberle salvado la vida a Frank Joseph Wolek, el ciudadano estadounidense apuñalado en La Boca en diciembre de 2017, le tocó encabezar las cuatro cirugías a las que debió someterse Christoffer Persson, el joven sueco que recibió un disparo en la rodilla en un intento de robo en el centro porteño.
Esta vez, el cirujano cardiovascular lideró a su equipo en el Hospital Argerich para estabilizar al joven europeo, de 36 años, que fue baleado a fin de año mientras caminaba con su novia en Monserrat.
Por la complejidad de su cuadro, tuvo que amputarle la pierna derecha desde debajo de la rodilla por los daños arteriales. Explicó que no puede dar más detalles del estado de Persson hasta que su familia dé el consentimiento. Se espera que el viernes las autoridades de salud porteñas emitan un comunicado sobre el caso.
Según trascendió, el turista sueco fue atacado el viernes 30 de diciembre, alrededor de las 23, en la calle Tacuarí al 498 cuando volvía al hotel con su pareja después de haber cenado en el barrio porteño.
En el camino, un ladrón amenazó al joven con un arma y hasta le llegó a apuntar directamente a la cara. En medio de un forcejeo, el atacante trastabilló y le dio un balazo desde el piso. El impacto fue diez centímetros por arriba de la rodilla derecha.
Hace poco más de un año, en diciembre de 2017, Ponce también recibió en el quirófano a un turista víctima de la inseguridad porteña. En ese entonces, fue el caso de Fran Joseph Wolek. El hombre estadounidense había sido apuñalado 10 veces por dos ladrones mientras paseaba por Caminito, en La Boca.
Wolek fue trasladado de urgencia al borde de la muerte. «Nosotros trabajamos así. Sin saber quién es, de dónde es o qué pasó, lo llevamos al quirófano y lo operamos», aseguró en su momento el cirujano.
El mismo médico había calificado la recuperación del turista estadounidense como milagrosa. «Lo único que hacemos es concentrarnos para ayudar a salvarle la vida. Me acuerdo que fue todo muy rápido. Para mí fue un milagro. En la medicina no creemos en milagros, porque pensamos que tienen que ser como algo mágico. Milagro fue todo lo que pasó: que alguien haya visto esa situación, que otro haya llamado al SAME, que el paciente haya venido, que el ascensorista esté justo llegando abajo. El milagro es ése», había señalado tras la intervención.
En medio del escándalo que generó el caso de Wolek, por el accionar del policía Luis Chocobar, que vestido de civil advirtió el robo, corrió a uno de los ladrones y lo mató mientras escapaba, el médico y el turista entablaron una amistad. Hasta pasaron Año Nuevo juntos.