Mientras el gobierno ataca a sindicalistas el empresariado pide la reforma laboral
Salieron en tándem. Aprovecharon la decisión de La Bancaria de buscar el encuadramiento de los trabajadores de las fintech bajo su convenio colectivo de trabajo para por un lado disparar contra el sindicalismo y por el otro volver a la carga con la reforma laboral que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ataque a los sindicalistas que defienden los derechos de los trabajadores quedó en manos de la plana mayor del gobierno nacional con el propio presidente Mauricio Macri a la cabeza. En tanto los empresarios cercanos a la Casa Rosada se convirtieron en la punta de lanza del renovado reclamo por la reforma laboral.
Cabrales reclamó beneficios impositivos por contratar nuevos trabajadores y menos cargas a la hora de despedir personal.
«Queremos que sea más fácil despedir y contratar gente», aseguró este jueves Martín Cabrales, vicepresidente de la firma de Café homónima y de Bodegas Norton, en declaraciones a Futurock, y consideró que para salir de la crisis hay que profundizar reformas estructurales, principalmente hizo referencia a la laboral y tributaria.
Según Cabrales, las «reformas estructurales» de flexibilización son un paso inevitable para salir de la crisis. “El endeudamiento externo es imposible y la única financiación que tiene el país es con impuestos. Lo único que se escucha es más tasa y más impuestos (…) Hay que ahondar en las reformas de fondo. No hablo de gobiernos ni de personas. No importa el signo del gobierno. No es cuestión de quién las hace ni cómo se hacen”, sostuvo Cabrañes y siguió: “Hay que hacer varias reformas, no sólo la laboral. Lamentablemente el Gobierno las deja para el final de su mandato y quedan para el próximo Gobierno, fuese quien fuese para mí las tienen que hacer. Lo mismo que una reforma tributaria seria”, reiteró.
En ese sentido, opinó que «como empresario» esas reformas de flexibilización son lo que le «gustaría». Y precisó: «Me gustaría tener mayor flexibilidad para tomar gente, es decir, beneficios. Hoy en día los argentinos pagamos muchos impuestos y muchas cargas sociales que no vemos, que no ve el trabajador tampoco”. Sin embargo, no dudó en reclamar la eliminación de derechos laborales para hacerle más barato al empresario el despedir trabajadores. “Hoy en día si uno tiene un comercio de tres empleados y quiere sacar a uno para poner a otro mejor, por el que tiene que indemnizar hay que vender la mitad del comercio”, aseguró.
Cabrales reconoció que en la era Macri hubo más despedidos que trabajadores que se incorporaron al mundo laboral.
También hizo referencia a rebajas impositivas. “Si tomo gente nueva que haya mayor posibilidad o menos cargas sociales. Es una pena que haya tanta economía en negro y tan poca en blanco. Hay gente que se pone en negro porque es imposible estar en blanco”, siguió.
Y admitió que en los últimos años «desde un punto de vista, hubo más gente que fue despedida que contratada».
En la misma línea se pronunció el CEO de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi. «Tiene que ser mucho más fácil tomar y echar gente» dijo y pidió que sea «más libre y posible tomar gente o no tener más esa gente».