Un Mauricio Macri combativo reconoció los problemas económicos, pero aseguró que el país está mejor que en 2015

 

El presidente Mauricio Macri realizó un balance de su gestión y apeló a un tono más enérgico y combativo que las tres veces anteriores que le tocó ir al Congreso para abrir las sesiones ordinarias. Por eso, sus palabras fueron interpretadas como el inicio de una campaña electoral que será intensa durante todo el año.

Si bien el jefe de Estado reconoció los problemas económicos, hizo hincapié en un discurso que se prolongó durante casi una hora en que el país «está mejor parado que en 2015», porque «salió del pantano».

«El año pasado nos puso a prueba en muchos sentidos. Cuando estábamos asomando la cabeza, cambiaron las condiciones. Todavía estábamos frágiles. Y parte de las transformaciones que estamos haciendo tienen que ver con eso, con no estar tan vulnerables. Juntos estamos construyendo los cimientos más profundos», aseguró.

«Algunos me van a recordar que el año pasado dije ‘que lo peor ya pasó’ y tienen razón. Pero también les quiero decir que lo que estamos logrando los argentinos es enorme. Estamos haciendo crujir estructuras viejas y oxidadas que seguían beneficiando a los de siempre», agregó. Esta frase despertó el primer aplauso generalizado de la tropa de Cambiemos que siguió el discurso en la Cámara de Diputados.

En otro tramo de sus palabras, el líder de Cambiemos volvió a analizar las causas de la crisis económica: «Cuando empezamos a crecer y a asomar la cabeza como país, tuvimos tres shocks. La salida de capitales, la sequía que afectó al campo y la causa de los Cuadernos. Todo nos agarró a mitad de camino, porque recién estábamos saliendo, porque no habíamos terminado los cambios en los cimientos podridos y descuidados por décadas».

En un discurso con pocas novedades en el plano económico, se destacó el anuncio del jefe de Estado quien adelantó que aumentará un 46% la Asignación Universal por Hijo. El Presidente prometió además que la inflación comenzará a ceder este año. «El déficit fiscal es el principal causante de la inflación y la inflación es el principal causante de la pobreza y el estancamiento de este país», describió.

Dijo que «Pobreza Cero», uno de sus ejes de campaña de 2015, es «un horizonte». «No sé es pobre por lo que se gana a fin de mes, esa es sólo una dimensión muy importante. La pobreza estructural tiene que ver con la dignidad perdida y este año fuimos a la raíz del problema para que la pobreza empiece a bajar», desarrolló.

El jefe de Estado hizo una fuerte defensa de las modificaciones legislativas impulsadas por su Gobierno que permitieron avanzar en las causas de corrupción. «Se está acabando la impunidad y en este sentido también estamos mejor que en 2015», subrayó. Fue uno de los primeros momentos de tensión. La alusión a las causas que tienen como imputados a ex funcionarios del kirchnerismo generó cruces en el recinto entre el oficialismo y la oposición.

Hubo otros momentos álgidos. Quizás el más peculiar se dio cuando Johanna Picetti, la dirigente que integraba la lista de candidatos a diputados de Cambiemos pero no pudo asumir por «inhabilidad moral».

Uno de los dirigentes opositores que obligó al mandatario a frenar su discurso en al menos dos oportunidades fue Agustín Rossi. El jefe de los diputados K cuestionó algunas afirmaciones del Presidente, quien contestó: «Los insultos hablan más de ustedes que de mí, señores, yo estoy acá por el voto de la gente». Cristina Kirchner  no escuchó al Presidente en el recinto: viajó ayer a Río Gallegos, informaron sus allegados.