Desde el lunes, la tarifa del gas será más cara y con menos beneficios

 

En sintonía con el plan de ajuste para llegar al déficit cero acordado con el FMI, el Gobierno no solo avalará otro tarifazo en el gas, sino que también avanzará con cambios que perjudicarán a los beneficiarios de la tarifa social y a quienes consumían menos y hasta ahora percibían una bonificación como estímulo por bajar el consumo.

Hasta ahora, los usuarios que lograban consumir 20% menos comparado con un mismo período del año anterior, obtenían una bonificación del 10% en sus facturas. Para el Gobierno, ese esquema “implicaría una erogación de $2.350.000.000 para el próximo ejercicio presupuestario 2019”, por lo que será eliminado.

La quita impactará en la factura de los usuarios residenciales que ya no contarán con el descuento y que, además, desde el próximo mes sufrirán un aumento tarifario en torno al 30%.

En cuanto a los beneficiarios de la tarifa social, mantendrán el 100% bonificado del gas hasta un bloque máximo de consumo (que varía según la zona del país) a partir del cual comenzarán a abonar el total del precio.

“Se trata de otro golpe contra la gente, sobre todo los que menos tienen, que termina siendo sobre quienes recae el duro ajuste que estamos sufriendo”, aseguró el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino, quien anticipó que recurrirá la medida.

Mientras la inflación se enquista y la recesión avanza, los tarifazos en servicios esenciales continúan, se eliminan o reducen beneficios.

¿Que más se puede hacer para castigar al ciudadano de a pie o desalentar al pequeño empresario que no puede prescindir de la energía? ¿Qué más para beneficiar a compañías como Camuzzi, que sin invertir y a costa del usuario en un año obtuvo una mejora del 500% en sus ganancias?

Cuándo llegará el tiempo en que el ajuste empiece por dónde debe empezar: desde arriba, hacia abajo. Y progresivamente, pagando por servicios que valgan su eficiencia.