Detienen a siete policías por las muertes en San Miguel y los trasladan a La Plata

 

Fuentes oficiales informaron  que los detenidos son el capitán Rubén Alberto García y el oficial Leonardo Daniel Ecilape, quienes iban a bordo del patrullero que persiguió al Fiat 147 de las víctimas. También fueron detenidos, en un primer término, el oficial subinspector José Alfredo Domínguez, el oficial subayudante Mariano Ibáñez y el oficial Manuel Monreal. Horas más tarde, se confirmó el arresto del oficial subayudante Cristian Righero y el oficial Juan Gutiérrez.

Por su parte, el procurador de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, confirmó que los aprehendidos serán llevados a La Plata: «Están siendo trasladados, según me confirmó el Ministro (de Seguridad). Todavía no está confirmado el lugar de exacto pero va a ser en la ciudad».

Asimismo, Conte Grand indicó que uno de los chicos fallecidos presentaba una herida de bala en el glúteo: «Ese orificio corresponde a un arma calibre 9 milímetros, compatible a las que utiliza la Policía de la provincia de Buenos Aires”. El jefe de los fiscales bonaerenses también dijo que en la carrocería del auto de las víctimas los peritos detectaron algunos agujeros que “pueden ser compatibles con disparos”. En tanto, la única sobreviviente del hecho continúa internada en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, en estado reservado.

Cabe recordar que el episodio ocurrió cerca de la 1 del lunes, cuando cinco jóvenes a bordo de un auto chocaron contra un acoplado estacionado al costado de la Ruta Nacional 3, mientras eran perseguidos por la Policía. Los investigadores intentan determinar por qué motivo los efectivos de la comisaría de la zona perseguían el rodado.

Este jueves, el tío del conductor del Fiat contó que hace un mes los agentes locales le exigieron dinero a su sobrino como coima, porque no tenía en regla los papeles del vehículo y que desde entonces «estaba marcado». Por este motivo, los pesquisas no descartan que el adolescente halla tratado de huir de los efectivos por temor a que quisieran pedirle nuevamente plata.