Cómo proteger a los chicos del estreptococo, la bacteria que ya se cobró seis vidas

 

Según se conoció en las últimas horas, la cifra de personas fallecidas en el país por la bacteria estreptococo ascendió a seis. Así se desprende de la confirmación de dos decesos ocurridos ayer y hoy, un hombre de 40 años oriundo de Pergamino y un bebé de 1 año y ocho meses de General Roca, que se sumaron a los cuatro nenes que murieron por la misma causa en Posadas, Rosario, Avellaneda y Ciudad de Buenos Aires.

En tanto, desde el Ministerio de Salud bonaerense se informó que hay otros dos niños internados con el mismo cuadro, un paciente de 4 años en Bernal que presentó neumonía con derrame pleural y otro de 5 años de Florencio Varela con antecedentes de faringoamigdalitis.

En este marco, la Dirección de Epidemiología de la provincia de Buenos Aires preparó un informe en el que brinda un panorama sobre el origen y características de esta patología y detalla un compendio de recaudos a tomar a fin de evitar el contagio tanto de chicos como de grandes.

PREVENCIÓN

Además del lavado de manos, evitar el hacinamiento y ventilar ambientes, los profesionales recomiendan que quienes presenten un cuadro con características similares a la angina o a la faringitis, temperatura elevada, dolor de garganta, ganglios inflamados o infecciones en la piel deben consultar a su médico ya que si se detecta a tiempo, la bacteria se puede atacar con un tratamiento de penicilina.

 

LA BACTERIA

Según indica el informe, el estreptococo beta hemolítico del grupo A (EBHGA) o estreptococo pyogenes es la primera causa bacteriana de faringoamigdalitis entre los 3 y 15 años de edad y su prevalencia mundial es de 15-20 %. La mayor incidencia de infecciones se da a fines del invierno y en la primavera. Se indica además que la bacteria puede colonizar la faringe de niños sanos en un 20% de los casos (portadores asintomáticos).

 

FACTORES DE CONTAGIO

Según el grado de concentración en que esté presente en las secreciones, el estreptococo se transmite en los actos de toser, estornudar, hablar y se mantiene en el ambiente gracias a la portación humana, pues los únicos reservorios en la naturaleza son la piel y las mucosas de los seres humanos.

La faringitis, tiene un período de incubación de 2 a 15 días y se manifiesta con odinofagia, fiebre, cefalea y malestar general; las amígdalas se presentan hiperémicas con un exudado blanco grisáceo acompañadas de adenomegalias dolorosas.

 

SECUELAS

Pueden presentarse secuelas posteriores como son la fiebre reumática, que puede aparecer luego de 2 a 6 semanas de la infección faríngea y compromete corazón, sistema nervioso central, vasos sanguíneos, articulaciones y tejido subcutáneo; y la glomerulonefritis que afecta a la unidad funcional renal y se presenta 10 a 14 días después de la afectación faríngea.

Este germen ocasiona, además de faringoamigdalitis, una gran variedad de infecciones como neumonías, otitis y sinusitis; el impétigo que es una infección superficial de la piel cuya lesión inicia como una vesícula superficial con halo eritematoso, rápidamente progresa a pústula y luego a costra, que se caracteriza por su aspecto melicérico, puede durar días a semanas.

Erisipela y celulitis, infecciones que afectan las capas más profundas de la piel y fascitis necrotizante en la que la infección se disemina y puede dañar tejidos blandos y producir necrosis, neumonía y abscesos pulmonares; los pacientes se deterioran velozmente y la mortalidad es alta.

Esta bacteria produce toxinas que contribuyen a su patogenicidad, ellas son las responsables de otras infecciones que puede causar el EBHGA como son la escarlatina que se manifiesta con faringoamigdalitis y un exantema que se inicia en tronco y luego se generaliza y le confiere a la piel una textura de papel de lija; y el síndrome de shock tóxico, más grave, es una infección invasiva que produce fallo de múltiples órganos y una mortalidad del 5 al 20%.

Esta condición se asocia a los serotipos M1 y M3. En Estados Unidos, se estiman anualmente de 10.000 a 13.000 casos de enfermedad severa o invasiva por este germen, de los cuales alrededor de 1.600 fallecen por esta causa.

 

Con respecto a los factores de riesgo asociados a enfermedad invasiva el antecedente de varicela, traumatismos contusos y abiertos, quemaduras e impétigos son los más frecuentemente identificados.

En los adultos la sepsis se ve favorecida por factores predisponentes como la diabetes, el asma y la inmunosupresión.

El EBHGA es altamente sensible a la penicilina y no se conocen hasta el presente cepas resistentes, el fracaso en la terapéutica se puede deber a mala adherencia al tratamiento, coinfección con otros patógenos que crean enzimas que producen resistencia al antibiótico o exposición recurrente.