Gimnasia lo hizo, le dio otro golpe a Boca y se metió en Cuartos de la Copa

 

Un equipo venía en alza y el otro de capa caída. Y eso mismo se reflejó en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, donde Gimnasia impuso condiciones ante Boca y le dio otro golpe tras la derrota en el Superclásico.

Con un planteo táctico muy inteligente, siendo intenso en la marca, anulando la generación de juego del rival, saliendo rápido de contra y aprovechando la eficacia, el Lobo fue superior en el trámite del juego para lastimar al Xeneize y eliminarlo de la Copa Argentina.

Desde el arranque, los dirigidos por Pedro Troglio mostraron el buen rendimiento que venían acumulando, con un Rinaudo siendo patrón en la mitad de la cancha y apostando a la velocidad del Monito Gómez y el peso ofensivo de la dupla de ataque con Silva y Guevgeozián.

 

Más allá de algún remate de afuera, otras subidas de un desfachatado Oreja, como destellos de Fito y Faravelli, Gimnasia fue picante en el primer tiempo. Incluso desnudó las falencias defensivas del rival, que se salvó de la expulsión de Izquierdoz en una acción en la que Guevgeozián quedaba mano a mano con Rossi.
En defensa, el Tripero no pasó mayores sobresaltos: al margen de la lesión de Benedetto, Coronel y Piovi volvieron a mostrar solidez; Melluso anuló todos los intentos de Pavón, mientras que Zárate y Cardona no pudieron pesar en ofensiva. Incluso, Pablo Pérez nunca pudo ser el eje ante la presión que ejercieron los volantes albiazules.
Así, el primer tiempo se fue, con un Boca desdibujado y un Gimnasia que se convenció que podía.

Inteligente y eficaz

En el complemento, el Lobo padeció el desgaste físico de sus jugadores, pero más allá del cambio de nombres no modificó su libreto: esperó, se defendió y lastimó de contra manteniendo el 4-4-2.Al margen de lo que fue un intento aislado de Mauro Zárate, como un zurdazo de Buffarini, Boca fue poco y nada, mostrando una de las peores caras del año.

El elenco albiazul, en tanto, se aferró a lo que tanto sabe y recién pudo lastimar cerca del final. Después de una intento de Bonifacio, Licht metió un pase impecable a espaldas del lateral derecho, Melluso dominó de pecho y le sirvió el centro al ingresado Hurtado, que se la llevó “puesta” para romper la chapa cuando transcurrían 44 minutos del complemento. Para colmo, el venezolano tuvo el segundo con un cabezazo que Rossi llegó a tapar.

No hubo tiempo para más y el Lobo metió un cordobazo al clasificar a los cuartos de final, instancia en la que se medirá contra Central Córdoba. Incluso se llevó un jugoso cheque y tapo varias “bocas”.

https://twitter.com/gimnasiaoficial/status/1045499345951494145