La justicia desbarata una organización que se dedicaba a adulterar medidores de energía
Dos hombres y una mujer fueron arrestados ayer por la Policía como miembros de una organización que se dedicaba a adulterar medidores de electricidad, “servicio” por el cual le cobraban a sus “clientes”.
El singular “emprendimiento” fue desbaratado por la Dirección de Investigaciones contra el Crimen Organizado, en el marco de una causa que llevan adelante la UFI Nº 16, a cargo de Juan Cruz Condomí Alcorta, y el Juzgado de Garantías Nº 4 de La Plata, cuyo titular es Juan Pablo Masi.
Luego de allanar los domicilios de las tres personas, donde hallaron herramientas y materiales que la banda utilizaba para realizar su “trabajo”, la Policía procedió a detenerlos.
Según informaron en sede policial, en 152 Norte de Berisso fue aprehendido Braian Nahuel Martínez, de 28 años; en la misma calle, pero a otra altura, se detuvo a Marcela Fabiana Gase (52), y en Tolosa, La Plata, se hizo lo propio con Pablo Gabriel Salamen (41).
Desde la Justicia se detalló que “las actuaciones comenzaron en enero de este año, a partir de una denuncia efectuada por personal de la empresa distribuidora de energía eléctrica en la Región (Edelap)”.
En ese momento, desde la compañía se denunció “la adulteración de medidores del servicio eléctrico, de domicilios particulares y de comercios”.
La pesquisa determinó que se trataba de “una organización integrada por varios individuos que ofrecían ese servicio con el fin de reducir el monto a pagar por los clientes de la empresa” Edelap.
El personal afectado al operativo logró individualizar a los miembros de la organización y sus respectivos domicilios, situados, como se dijo, en La Plata y Berisso.
“Mediante las intervenciones telefónicas de los abonados, se pudo identificar a los integrantes de la organización delictiva”, contaron fuentes de la investigación, para detallar que “se obtuvieron indicios que condujeron a la recolección de elementos probatorios, los cuales sirvieron al juez de la causa para librar las órdenes de allanamiento”.
En los tres domicilios se secuestraron los instrumentos empleados “para el desarrollo de la actividad ilícita”.